Viólame la mente, que eso me pone
El humo no es más que el recuerdo constante de que nos estamos consumiendo a cada calada

domingo, 15 de septiembre de 2013

Necesito metadona

Ya no le busco explicación a la mayoría de las cosas, me gusta engañarme a mi misma, es así y no creo que deba disculparme con ello, cuando lo hago por un tiempo soy feliz, como un heroinómano con una buena dosis de metadona, no es lo mismo, pero se aguanta así. Yo confundí mi ``metadona´´ con el amor, me engañe demasiado tiempo, no era amor, era querer ser abrazada por las noches, una cara bonita y un encefalograma plano, un ser debil mental al que tener esclavizado (sé que no soy una buena persona) alguien que me subiera el ego, por así decirlo. Y eso acabó mal, era lógico, lógico para cualquiera menos para mi, pero aun así seguía con mi autoengaño de que la había querido, hasta que vuelves a la heroina. Mi heroina, eso que sé que no puede ser y siempre corre un paso por delante de mi, que me hace que me brillen los ojos y se me humedezcan ante la perspectiva de que mañana se marcha demasiado lejos, es el huracan que aparece y me destruye, que me tiemblen los labios y abandone mis juegos, me mira y me ve desnuda, como soy, y me entiende, y sé que nunca nadie estará a su altura, sé que debo dejar de engañarme y aceptar que hay errores que se pagan toda la vida, que con un beso te recuerde que todo lo que no es él no es nada, que hay heridas que por mucho que pasen los años no se cierran, te quiero y es a la única persona que se lo he dicho de verdad en toda mi vida

No hay comentarios:

Publicar un comentario