Viólame la mente, que eso me pone
El humo no es más que el recuerdo constante de que nos estamos consumiendo a cada calada

lunes, 26 de diciembre de 2011

oh, wait!

Me sorprende que la mayoría de las visitas que vienen a mi blog sean de búsquedas de tablones bonitos de amor para tuenti ¿Estamos tontos? Ni hablo de cosas bonitas ni de amor y menos para que el gilipollas de turno se lo ponga en su tablón como suyo, pero bueno, quizás debería hacerlo... hablar de amor.

Siento una losa sobre mi pecho, como las espinas profanan mi cuerpo, enebrándose por mi alma, envenenando cualquier dulce pensamiento, no soy más que abono, quiero quererla y no puedo, quiero olvidarle y me estrello en mis intentos, quiero vivir y me muero... Y mientras más me caigo y más me estrello más me aprietan las espinas, opresivas atrapándome en su veneno, cubriendo de ponzoña hasta el más nimio sentimiento.

Y qué, ¿qué me queda? Una vida que no quiero, gente que no busco y que rehuyo si hay algo que no sea sexo, me quedan abrazos vacios, caricias obligadas y forzarme a no pensar, o a pensar demasiado que fue lo que hice mal, me queda retozar en mis errores, en la mierda que mana de las heridas envenenadas hechas por mi misma al no saber ver, al no querer creer que su amor era mentira, porque él es mis espinas, mi veneno, lo que deseo y he perdido, lo que creo que he perdido. Porque lo cierto es que nunca le tuve.

Intento ser feliz.. y no me sale



Y por mucho que insistan tengo corazón cabrones, pero me lo reservo para estas gilipolleces

1 comentario:

  1. No tienes pinta de ser de las que les debiera importar algo así... ¿o sí?

    Alégrate de que le llegas a gente que ni entiende el significado de lo que escribes. O quizás sí. Alguien. Dos. Uno...

    Qué más da. Escribes para ti, y eso es lo que importa.

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