Las princesas de porcelana son demasiado frágiles

Una vez tuve una amiga llamada Ana, pasé con ella mucho tiempo, me costo tanto dejarla atras, decirle adios, hace casi 3 años que ella ya no esta conmigo, pero... ella se vengó de mi por abandonarla. Ahora tengo sus secuelas:

-Anemia crónica
-Interrupción del desarrollo mamario
-Depresión
-Fragilidad extrema en ligamentos, tendones y huesos

Lo peor de todo es que de vez en cuando viene, y.. es tan dificil echarla... pero, soy fuerte.

Hoy puedo llamarla por su nombre: NOREXIA, puedo meterme en una 40 sin llorar por las noches, puedo asumir que lo que vale es mi persona, no mis huesos, pero.. a veces es muy complicado... Me he cansado de ocultar esa parte de mi pasado, me avergonzaba, a mis padres les avergonzaba aun más, pero.. ya no, porque he superado la peor parte, y he salido con vida.

Ahora miro al pasado e intento buscar culpables, la doctora trató de convencerme de que la culpa era mia, era yo quién vivía con 300 calorías al día.

AHORA SÉ QUE LA CULPA NO ES MIA

La culpa es de todos, del estereotipo de belleza, tripas planas, culos firmes y.. cabezas huecas?
La culpa es de las que como tú critican a las que comen y son felices de hacerlo, aunque les sobren kilos,
la culpa es de los que como tú nunca se liarían con una 44,
la culpa es de los que como tú inculcan a una cría de 13 años que la felicidad va ligada a un menor peso,
la culpa es de los que como tú diran a su novia que últimamente se la ve más gorda
la culpa es de las que como tú leeran esto y lo ignoraran y seguiran mirando por encima del hombro a la gente
la culpa es mia porque como todo en esta vida me deje llevar por la corriente y esta me estampo contra el muro

Pero.. si lees esto y tienes ese problema, hay salida, es muy dura, es tan dura que intentaras destruirte, volver atras, no veras la salida, pero existe, por favor, sé fuerte y no te dejes llevar por las típicas amargadas que solo viven de criticar a los demas porque ellas no tienen nada mejor que su cuerpo, confía en ti, cree en ti y saldras, nunca es demasiado tarde.

Yo fui capaz... y no me arrepiento